Gargantúa

Hemos hecho una maqueta de un agujero negro al que hemos llamado Gargantúa en referencia al agujero negro recreado en la película Interestelar, y que se realizó por simulación utilizando las ecuaciones de la relatividad.

Según el tamaño que tiene nuestro agujero negro y utilizando la ecuación de Schwarzschild para el cálculo del radio del horizonte de sucesos, en su interior habría una masa de 5,5 veces la de la Tierra.

En el centro se encontraría toda la masa del agujero negro, sería un punto de densidad infinita, que se llama singularidad.

La esfera negra es la región de la cual no puede salir nada porque para ello se necesita una velocidad superior a la de la luz, y nada puede viajar más rápido que la luz. Su tamaño corresponde con el Radio de Schwarzschild. 

La superficie de la esfera se llama Horizonte de Sucesos. Es el punto de no retorno, lo que llega ahí ya no podrá salir. La esfera no es maciza como en nuestra maqueta, ni la superficie existe, no es algo sólido, es la separación entre el lugar en el que sí se podría escapar y el que no. 

Habría una esfera de fotones que nosotros no hemos representado formada por fotones de luz que han llegado cerca del agujero negro y que han quedado orbitando alrededor. Tiene 1,5 veces el Radio de Schwarzschild.

El disco de acreción es una acumulación de polvo y gas a muy altas temperaturas que gira a grandes velocidades ya que  si no es así, serían engullidas por el agujero negro. Parte de este material va cayendo, alimentando el agujero negro y haciéndolo crecer. El borde más cercano al centro sería la primera órbita más o menos estable y mide 3 veces el Radio de Schwarzschild.



Las imágenes obtenidas por el Telescopio del Horizonte de Sucesos, de dos agujeros negros supermasivos, el de la Galaxia M87* en 2019 y el de nuestra galaxia Sagitario A* en 2022, en la que ha colaborado el radiotelescopio del Pico Veleta de Granada, y un equipo de investigadores del IAA se ajustan perfectamente a la estructura predicha por la teoría.

En la siguiente imagen comparamos las dos imágenes reales obtenidas con dos simulaciones realizadas utilizando las ecuaciones de la relatividad: la primera simulación realizada en 1979 por y la de la película interestelar.



Con nuestra maqueta del agujero negro, además, mostramos el efecto que produce la curvatura de la luz que hace que veamos la parte de atrás del disco de acreción por encima y por debajo del agujero negro.